¿El domingo después de Pascua nos dejará insatisfechos?

Escrito por: Bob Kauflin

Director de Gracia Soberana Música

Muchos pastores, líderes de música y personal de producción están respirando un profundo suspiro de alivio después de este pasado fin de semana. Después de toda la planificación, estrategias, oración, preparación y práctica, el servicio (o servicios) del fin de semana de Pascua finalmente ocurrió. Todo (en su mayor parte) salió bien y las personas fueron bien atendidas. La música fue conmovedora, la predicación poderosa y el efecto emocionante. Y en todo el mundo, miles de personas fueron bautizadas y salvas para la gloria de Dios.

Pero tal vez te estés preguntando qué vas a hacer el próximo domingo. Incluso podrías estar preguntándote: “¿Cómo evito que este próximo domingo sea una gran decepción?” La ansiedad ya está empezando a aparecer.

Aquí tienes algunas razones por las que podríamos sentir la tentación de pensar que el próximo domingo no será tan “increíble” como el pasado:

  • Sin duda, tu iglesia fue como la mayoría, con un aumento en el número de invitados no creyentes, visitantes y familiares que piensan que Pascua y Navidad son los únicos momentos apropiados para cumplir con su obligación religiosa.
  • Probablemente no cuentas con el mismo presupuesto para este domingo que el que tenías para Pascua. Eso significa que tú y otros podrían no poner el mismo esfuerzo o pensamiento en ello.
  • La gente de tu iglesia probablemente recibió recordatorios diarios la semana pasada de que se acercaba Pascua. Este domingo probablemente los tomará por sorpresa, como ocurre cada semana. Puede que no se preparen tanto ni lo esperen con la misma anticipación.
  • Después de la hiperpreparación previa a Pascua, tal vez realmente estés deseando volver a la “normalidad”. Algunos líderes podrían no reflexionar tan cuidadosamente sobre la cruz y la resurrección y elegir canciones que simplemente disfruten.
  • Podrías estar menos enfocado en planificar el servicio en su totalidad y, como consecuencia, menos enfocado en cómo todo encaja.

Todos esos factores y algunos más contribuyen a la persistente sensación de que este próximo domingo podría no ser tu mejor esfuerzo. Eso es, hasta que empiezas a considerar todas las cosas que serán iguales:

  • ¡Este próximo domingo Jesús estará tan vivo como lo estuvo el pasado domingo! De hecho, una de las razones por las que nos reunimos cada domingo es porque Jesús resucitó de entre los muertos el primer día de la semana. En ese sentido, ¡cada domingo es una celebración de la resurrección!
  • La muerte sustitutiva y la gloriosa resurrección de Jesús seguirán siendo relevantes para nuestras vidas y las mejores noticias que podemos ofrecer a las personas. Nada de lo que hagamos en cualquier domingo –ya sea Pascua, Navidad o cualquier otro– hará que Jesús se vea mejor de lo que realmente es. Todo lo que podemos esperar es señalarlo con mayor fidelidad y claridad. Y podemos buscar hacerlo cada semana.
  • Dios, a través de su Espíritu, seguirá estando con su pueblo cuando se reúna. Lo que tiene el mayor impacto eterno en cualquier domingo no es el tamaño de nuestra producción, sino los detalles de lo que Jesús realmente logró para aquellos que confían en él. Él vivió la vida de obediencia que nunca podríamos vivir. Él tomó la ira de Dios en nuestro lugar en la cruz. Dios vindicó su obra expiatoria al levantarlo de los muertos. Ahora vive en nosotros por su Espíritu y nos está transformando a su semejanza (2 Cor. 5:21; Rom. 3:23-26; Rom. 10:9; Rom. 8:11; 2 Cor. 3:18).
  • Lo más probable es que los no creyentes sigan asistiendo a tu reunión este próximo domingo.
  • ¡Podemos cantar canciones sobre la resurrección cualquier domingo! Eso incluye cada canción que cantamos en mi iglesia esta semana pasada: His Name is Jesus, O My Soul, Arise, Come Behold the Wondrous Mystery y All Glory Be Forever. Sin mencionar canciones como Solo en Jesús, Man of Sorrows, Ante el trono celestial, Contempla a Dios y muchas más.

Y si eso no es lo suficientemente alentador, aquí tienes algunas cosas que en realidad serán mejores este próximo domingo:

  • Podríamos tener menos distracciones en términos de preparar partituras, administrar personas y organizar detalles técnicos. Eso significa que podemos dedicar más tiempo al contenido sobre el que estamos proclamando y cantando.
  • Volveremos a la rutina “normal” de la vida, lo cual solo resaltará que el poder del evangelio no depende de grandes producciones. Dios nos encuentra y nos cambia en el desorden y pecado de nuestra vida diaria.
  • Se nos recordará que las noticias revolucionarias y transformadoras de vida del evangelio de Jesucristo valen la pena ser declaradas y vividas cada semana.

Así que no tenemos que esperar hasta la próxima gran festividad para esperar que Dios haga cosas increíbles en nuestro servicio dominical. Todos los elementos que realmente necesitamos –la Palabra de Dios, el evangelio y el Espíritu Santo– están disponibles para nosotros los 52 domingos del año.

Lo cual debería hacer que este próximo domingo sea algo que esperar con ansias.

*Originalmente publicado por Bob Kauflin en worshipmatters.com