La gracia del Señor Jesús sea con ustedes. (1 Cor. 16:23)
Gracia. Es un término mucho más fácil de entender que de experimentar. De hecho, no estoy seguro de que lo entendamos muy bien tampoco.
¿Tienes una visión malnutrida de la gracia? No es tan difícil saberlo. ¿Vives en un estado constante de temor y desaliento porque sientes que no estás a la altura de los estándares de Dios? ¿Te preguntas si el perdón de Dios cubre tus peores pecados? Si es así, no estás aprovechando la aceptación inmerecida que Dios nos ofrece por medio de la gracia de la cruz. O tal vez tengas la perspectiva mal informada de que ser cristiano en realidad no es tan difícil. Piensas que el evangelio de la gracia es una gran noticia para los no cristianos, pero rara vez piensas en él como creyente. Tus éxitos te tientan al orgullo, mientras que tus fracasos producen desaliento. Ambos están enraizados en la autosuficiencia en lugar de en una dependencia humilde de la gracia de Dios.
La gracia de Dios es verdaderamente asombrosa. Muchas de las canciones que cantamos se centran en la sobrecogedora realidad de que Dios ha perdonado plena y gratuitamente nuestros muchos pecados mediante el sacrificio sustitutivo del Hijo de Dios en el Calvario. ¡Pero la gracia incluye aún más! Su gracia se extiende mucho más allá de ese evento, en ambas direcciones. Fue la gracia de Dios la que nos escogió en Cristo para ser Su posesión preciosa antes de que siquiera naciéramos (Ef. 1:4; 2 Tim. 1:9). La gracia de Dios nos da fuerzas para apartarnos del pecado y andar en justicia (Tito 2:11-14). Es la gracia de Dios la que nos permitirá perseverar fielmente hasta nuestro último aliento (1 Cor. 1:4-9). Y por si fuera poco, Dios nos dice en Efesios que en los siglos venideros Él mostrará “las riquezas de Su gracia que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús” (Ef. 2:7). ¡Gracia sin fin!
Hace algunos años, durante un tiempo a solas con el Señor, me vino a la mente la frase “Grace unmeasured, vast and free” (Gracia sin medida, vasta y libre). La usé como trampolín para escribir una canción en la que intento desarrollar algo del significado contenido en la maravillosa gracia de Dios. Oro para que sea de ánimo para tu alma.
Verso 1
Gracia sin medida, vasta y libre
Que me conocía desde la eternidad
Que me llamó antes de nacer
Para darte gloria en esta tierra
Gracia asombrosa, pura y profunda
Que me vio en mi miseria
Que tomó mi maldición y cargó con mi culpa
Para que yo llevara tu justo nombre
Coro
Gracia
Pagó por mis pecados y me dio vida
Gracia
Me reviste con poder para hacer lo correcto
Gracia
Me guiará al cielo donde veré Tu rostro
Y nunca dejaré de darte gracias por Tu gracia
Verso 2
Gracia abundante, fuerte y verdadera
Que me hace anhelar ser como Tú
Que me aparta de mi orgullo egoísta
Para amar la cruz en la que moriste Tú
Gracia sin fin, todos mis días
Me darás fuerza para correr esta carrera
Y cuando mis años en la tierra terminen
Toda la alabanza será para Ti
Si la gracia te parece un concepto ajeno, te recomiendo encarecidamente que compres y estudies dos libros de Jerry Bridges: La gracia transformadora y La disciplina de la gracia. No pases ni un día más perdiéndote las gloriosas riquezas de la gracia en nuestro Salvador.
*Originalmente publicado por Bob Kauflin en worshipmatters.com